Creo que desde que desde tengo uso de razón he escuchado la expresión: “tengo dos pies izquierdos”, la cual la utilizan aquellas personas que entiendan que no saben bailar. ¿Quien se inventó la expresión? La verdad es que no se, pero lo que si se y me imagino que tener “dos pies izquierdos” o “dos pies derechos” sería incomodísimo ya sea para bailar o caminar, y de ahí tan ingenua expresión para los que no pueden dar ni un paso para atrás ni hacia delante.
Tengamos en cuenta que nadie nace bailando. Bailar es una habilidad que uno aprende y desarrolla a través de clases y talleres. Claro está, hay personas que no han tomado como tal clases de baile y desarrollaron la habilidad observando a familiares o yendo a fiestas; pero al final es como si hubieran tomado clases aunque no haya sido en una escuela de baile mas bien fue en la escuela de la vida.
Hay algunos que les funciona tomar clases de baile en la escuela de la vida pero hay otros como este servidor que tuvieron que tomar clases en una escuela de baile porque en la de la vida como decimos en Puerto Rico “no daba pie con bola”. Y es que a mi familia les encantaba hacer fiestas e ir a fiestas pero por más que veía a mis padres bailar y aunque yo tratara de imitar sus pasos o ellos trataran de enseñarme no tenían éxito. Recuerdo que teniendo alrededor de seis o siete años y siendo bien flaquito, mi padre me subía a sus pies para que aprendiera a seguir sus pasos al ritmo de la música pero nada de eso funcionó. Si usted piensa que era muy joven para tener la habilidad en el baile es que no ha visto niños de esa edad bailando como profesionales, y yo que creía que no aprendería a bailar. A esa edad me gustaba la música, sentía la música pero la música y mis pies se negaban a conocerse hasta que tomé clases de baile y no tuvieron más remedios que desarrollar una amistad que perdura hasta el sol de hoy.
Mi intención con este escrito es que las personas que crean que tienen los famosos “dos pies izquierdos” entiendan que si yo aprendí a bailar cualquiera puede aprender, cualquiera. Porque mire que yo bailaba malo, pero aprendí con disciplina y dedicación. Por lo tanto le aconsejo que tome clase de baile no solo para que aprenda a bailar y pueda ir a fiestas para socializar, sino porque es un gran ejercicio para su cuerpo y espíritu. Inténtelo, no se rinda, Roma no se construyó en un día y recuerde que primero gateamos, caminamos, corremos y por último bailamos.
Escrito por: Jesús R. Álvarez, Colaborador de Salseros en Clave
Jesús R. Álvarez lleva alrededor de 4 años escribiendo para el periódico El Nuevo Día y 21 años en el campo del baile, sobresaliendo como maestro, bailarín y coreógrafo. En los últimos años se ha dedicado a la enseñanza en el arte de bailar Salsa como en otros bailes tropicales e internacionales, entiéndase: Tango, Chachachá, Hustle, Swing, entre otros. Actualmente tiene para la disposición de sus estudiantes 5 DVD’s para aprender a bailar Salsa y un CD Salsa conteo, además de un manual salsero con el mismo propósito didáctico. Pueden comunicarse con el autor al email: bailarte4@gmail.com
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