¿Por Qué Amamos Tanto Bailar?

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    Nunca te has hecho preguntas como ¿por qué nos encanta tanto bailar? ¿Por qué cuando escuchamos un ritmo tan sabroso como la salsa nuestro cuerpo se mueve solo? Según una investigación de Mercel Zentner y Tuomas Eerola, nacemos con una predisposición a movernos rítmicamente en respuesta a la música (Rhytmic engagement with music in infancy). No es una ciencia que cuando vemos la cara de un niño bailando es una de felicidad y alegría.

    Esto nos muestra que desde que nacemos ya estamos programados para el baile como dice Mercel en su investigación.

    No necesitamos una investigación que nos diga los beneficios físicos, mentales y sociales que nos brinda el baile, pero voy a mencionar los que pienso que son los más importantes a mi entender según los que nos menciona un reportaje de salud.ccm/net.

    Beneficios físicos:

    • Beneficio cardiovascular: facilita la circulación de la sangre y el tono de la piel. El sistema respiratorio y vascular también se benefician de esta actividad.
    • Corrige las malas posturas: bailar puede ayudar a corregir las malas posturas que adoptamos en la vida diaria y en el trabajo.
    • Fortalece los músculos: en el baile intervienen diferentes grupos musculares y aumenta la flexibilidad, la fuerza y la resistencia. Es muy positivo para personas que sufren de patologías óseas y rigidez de articulaciones.
    • En edades maduras es recomendable para paliar los dolores articulares, la osteoporosis y prevenir el envejecimiento.

    Beneficios Mentales y Sociales:

    • Mejora las relaciones personales: es una excelente forma de superar la soledad y la timidez y establecer nuevas relaciones personales.
    • Reduce el estrés: favorece la relajación y libera tensiones.
    • Fortalece la confianza: favorece la confianza en uno mismo y la claridad de pensamiento.
    • Potencia la autoestima: reduce la ansiedad y la depresión, ayuda a expresar las emociones y canalizar la adrenalina. Bailar levanta el ánimo.

    Bailamos de niños, jóvenes, adultos y hasta cuando somos viejos porque para bailar no hay edad.

    Ahora que conocemos que está científicamente comprobado que nacimos programados para bailar no necesitamos buscar excusas para aprender a bailar algún tipo de música que nos guste. Está en tu ADN, solo tienes que desarrollarlo. ¿Y tú? ¿Por qué y para qué bailas?

    Escrito por: Juanka Rodríguez