Seamos realistas, a la mayoría de los puertorriqueños nos encanta bailar, como que lo llevamos en la sangre. Escuchamos música y se nos van los pies, quietos no nos podemos quedar al escuchar una canción que nos gusta.
Pero que malo es cuando estamos en una fiesta, escuchamos esa canción , nuestros pies se mueven pero el resto del cuerpo no le quiere hacer caso. ¿Cómo se le llama a eso? No atreverse a bailar porque no sabe. Y en un país como el nuestro tan “fiestero” que hacemos fiestas por cualquier motivo no podemos darnos el lujo de no saber bailar.
Creanme, se lo que se siente pues este servidor era de los que iba a las fiestas y se paraba en una esquina por no saber bailar; sufría al ver a la chica que me gustaba, loco por sacarla a bailar, la música entrándome por los poros pero mis pies y mi mente me decían: “Ni loco te pares en esa pista de baile a hacer el ridículo”. Mientras escribo este artículo recuerdo esos momentos, pero gracias a Dios y a mi primera maestra de baile ya eso es cosa del pasado.
Muchas personas que asisten a mis clases toman las mismas porque están cansados de ver como los otros se divierten bailando mientras ellos se conforman con mirar, quieren cambiar, ya no quieren ser meros espectadores y quieren unirse al club de los bailadores. Se cansaron de ir a bodas, cumpleaños, fiestas del trabajo, festivales de Salsa y no bailar; o peor aún, que su pareja baile y ellos no sepan y de ahí nace esa motivación necesaria para dar el primer paso.
Pero si tu motivación para aprender a bailar no es por los ejemplos antes mencionados puede que te motive el hacerlo por los beneficios físicos y emocionales que obtienes al bailar. Sabías que al bailar obtienes beneficios tales como: aumentar nuestra capacidad pulmonar, la flexibilidad y firmeza de los músculos, quemar calorías, aumenta los niveles del colesterol bueno y disminuye el malo, interactuas con otras personas mientras te diviertes, entre muchísimos otros beneficios.
Y por favor, no venga a decir que cualquiera baila con dos o tres “palos” arriba porque hasta donde sé el alcohol te hace quizás soltarte un poco más pero bailar bien jamás.
Por lo tanto, si usted que lee esto se ha sentido identificado ya sea porque es de los que como dice Billyvan en su canción “mata la cucaracha”al bailar o conoce a quién lo hace, ayúdelo y motívelo a que tome clases para que su vida cambie, se lo va a agradecer. Nunca es tarde para aprender, no importa la edad ni clase social, el baile es para todas y todos.
Te invito a que descubras el mundo del baile, no te arrepentirás porque sino, seguirás siendo amigo(a) de la silla en cada fiesta que vayas.
Escrito por: Jesús R. Álvarez, Colaborador de Salseros en Clave
Jesús R. Álvarez lleva alrededor de 4 años escribiendo para el periódico El Nuevo Día y 21 años en el campo del baile, sobresaliendo como maestro, bailarín y coreógrafo. En los últimos años se ha dedicado a la enseñanza en el arte de bailar Salsa como en otros bailes tropicales e internacionales, entiéndase: Tango, Chachachá, Hustle, Swing, entre otros. Actualmente tiene para la disposición de sus estudiantes 5 DVD’s para aprender a bailar Salsa y un CD Salsa conteo, además de un manual salsero con el mismo propósito didáctico. Pueden comunicarse con el autor al email: bailarte4@gmail.com
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