El puertorriqueño Robert Padilla se ha convertido en “el custodio” de la historia del género musical de la salsa al conservar en su hogar más de 30.000 discos de vinilo y compactos y 20.000 fotos desde que comenzó a coleccionarlos hace 40 años. Padilla relató hoy a Efe que la pasión por la música le llegó cuando vivía en Nueva York con su madre, quien encendía una radiola (radio antigua) para escuchar la música de los puertorriqueños Rafael Hernández y Pedro Flores “por eso de la nostalgia” de recordar la isla. Tras seis años viviendo en la “ciudad de los rascacielos”, Padilla y su familia regresaron a Puerto Rico, donde en la década de 1960 la canción más escuchada era “El diamante”, de Julio Ángel, poco antes del inicio auge de la salsa gracias al tema “El caballo pelotero”, de El Gran Combo de Puerto Rico. “Un primo mío en los sesenta se quedaba en Puerto Rico por dos meses y traía discos. Y semanalmente las disqueras tiraban una docena de discos, lo que me cautivó”, recordó Padilla, de 57 años y mecánico retirado. A los 18 años comenzó a adquirir los extintos “8-track”, producciones en las que solo podían grabarse hasta ocho temas.
Para 1980 Padilla contaba con 400 de estos, antes de empezar a coleccionar los discos de vinilo, de los que ahora tiene más de 30.000 que guarda en la primera planta de su casa de en un sector montañoso del área metropolitana de San Juan. “Yo pensaba que era coleccionista, pero había gente con muchos más. Seguí, seguí y seguí, y hasta hoy no he parado”, destaca. El afán de Padilla por adquirir y coleccionar discos de todo tipo de música le llevó a realizar viajes “relámpago” de San Juan a Nueva York, adonde se trasladaba con 1.000 dólares para comprar discos a varias tiendas y regresaba con 100 álbumes. No solo el coleccionar discos era el propósito de Padilla, sino escuchar cada uno de los temas y conocer más de los músicos que participaban en cada uno de ellos. De escuchar la música que se escuchaba en las calles de Nueva York, Padilla pasó a conocer los éxitos de los artistas cubanos como Félix Chapotín, Arsenio Rodríguez, así como la de los puertorriqueños Bobby Capó, Myrta Silva, la Orquesta Panamericana y Rafael Muñoz, entre otros. “Tengo toda la música popular y también puedo decir que tengo una de las colecciones más completas de música jíbara -folclórica-, como de Ramito, del que tengo más de 80 discos”, destacó Padilla, quien también colecciona álbumes de danza, bomba, plena, flamenco español, tango y jazz estadounidense. Parte de esa gran colección son además afiches, camisetas, fotos y gorras de El Gran Combo de Puerto Rico, que este año cumplieron 52 años y al que se dedicó la edición XXXI de El Día Nacional de la Salsa. “La salsa es bailar, es vida. La salsa es salud, es energía, te quita el coraje. Puedes estar bien molesto, pero escuchas a un Héctor Lavoe ‘con los santos no se juega’, se te quita todo”, afirmó Padilla.
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